miércoles, 24 de marzo de 2010

Espejos






Espejos charlatanes, tan fáciles
De llamar de otras maneras
¿Dónde están sus besos,
Dulces y refrescantes,
Ojos claros de profundo estupor?

Mujer grande y hermosa
Que eres mi amante
Que te conjugas con tu enamorado
Y me abrazas, de pies a cabeza,
Llenándome de fuego los labios
De tierra y barro la piel
De ansias eternas el corazón

Acéptame, soñadora, como tu amante
Tonto como soy, lento y subterráneo.
Porque son tuyas mis corrientes caudalosas
Que sabes manejar con la sabiduría
Que da haber mimado a tantos hijos.

Mis complejos mal resueltos, te llaman a los gritos,
Prisioneros ellos de crueles carceleros
Que no saben quedarse dormidos

Y te envían mensajes en mi carne
Se entrometen en mis decisiones
Buscando crear causas donde no las hay.
Cachorros negros, imbéciles inmaduros,
Pero, ¡ay!, claman por ti.

Tierra mía, polvo que me engendra
Me abandonas a merced de los vientos,
Ámame y destrúyeme.

Serena con tu murmullo de miles
Las tormentas de de esta alma
Que te pertenecen por derecho
Que te corresponden por deber

Me diste vida y me dejaste solo con mis manos
Quieres que te ame, y me empujas lejos
Tan digno hijo tuyo,
Demasiado indigno para yacer con vos.

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