lunes, 29 de marzo de 2010

Ralpec


En el silencio del ayer, me recuesto sobrio esta vez y escucho como llegan lejanas palabras desde el sol, desde las montañas más extensas. Murmullos pequeños, como recién nacidos que buscan abrazarse al corazón y encontrar quién los cuide y los haga crecer. Entre ellos malezas, reproches jamás vistos en los tiempos oportunos y que aún así reflorecen en épocas aciagas. Los ojos llenos de un dolor que no sabe decantar. Puedo escucharlos con incredulidad, como si quisieran convencerme de algo que mi memoria jura que no pasó, después de clavarse profundo en los lugares recónditos adonde no llegan los consejos de los sabios. Es tiempo de hibernar, de entrar en la cueva de del oso, de bailar con mis antiguas amantes, no tan traicioneras, porque piden sin prometer nada a cambio y confían en mi. Entonces es posible besarlas y desnudarlas, sentir el frío seco de sus labios sabor a arsénico. La mente se desvanece, ignora los deseos inútiles.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Espejos






Espejos charlatanes, tan fáciles
De llamar de otras maneras
¿Dónde están sus besos,
Dulces y refrescantes,
Ojos claros de profundo estupor?

Mujer grande y hermosa
Que eres mi amante
Que te conjugas con tu enamorado
Y me abrazas, de pies a cabeza,
Llenándome de fuego los labios
De tierra y barro la piel
De ansias eternas el corazón

Acéptame, soñadora, como tu amante
Tonto como soy, lento y subterráneo.
Porque son tuyas mis corrientes caudalosas
Que sabes manejar con la sabiduría
Que da haber mimado a tantos hijos.

Mis complejos mal resueltos, te llaman a los gritos,
Prisioneros ellos de crueles carceleros
Que no saben quedarse dormidos

Y te envían mensajes en mi carne
Se entrometen en mis decisiones
Buscando crear causas donde no las hay.
Cachorros negros, imbéciles inmaduros,
Pero, ¡ay!, claman por ti.

Tierra mía, polvo que me engendra
Me abandonas a merced de los vientos,
Ámame y destrúyeme.

Serena con tu murmullo de miles
Las tormentas de de esta alma
Que te pertenecen por derecho
Que te corresponden por deber

Me diste vida y me dejaste solo con mis manos
Quieres que te ame, y me empujas lejos
Tan digno hijo tuyo,
Demasiado indigno para yacer con vos.

jueves, 18 de marzo de 2010

Alas Trepo Nald





Cuchillos de hierro, sombreros fuertes de latón,
Sombras fugaces que el tiempo destierra.
En los balcones que cantaban amores,
Se encienden hoy fuerzas destructivas que quieren quebrar
Las viejas columnas mitológicas.

Pálida y llorosa mujer, que entre fríos brumosos,
Dejás caer de a uno los vestidos que cubrían
Las llagas de tu alma, en otros tiempos perfumadas
Y no menos, en este presente, hediondas, putrefactas,
Con morbo atrayentes, entonces como ahora.

En cada uno de tus velos, adivino los dibujos
De las heridas que con desvergüenza exhibías
En teatros, en plazas y en parques
A aquellos que te dieran los besos ponzoñosos
Del olvido

Ruinosa señora que con licores desinfectas
Los fondos perdidos de los sueños lejanos,
Que no se repiten, que no encuentran la salida
De los laberínticos caminos de la infancia
Deja de morder con ansias, mis pocas ilusiones,
Aprisiona la carne, pero no toques el ser
Con tus sucias manos de prestidigitadora,
De traficante de vidas.

martes, 16 de marzo de 2010

Ciudad







Me recosté sobre la avenida
Para ver a la ciudad solitaria
Ciudad que vigila siempre despierta
Porque tiene miedo de los sueños

Cierro los ojos por ella, respiro mas lento
Escucho el llanto que llega del cielo
Me moja la cara, me acaricia con agua
Yo le devuelvo besos de angustia

Infierno de cemento que crece tan triste
Con miles de almas que no se recuerdan
Sabrás algún día que yo soy distinto
Que son otros vuelos los que persigo

Entenderás, mi amiga, que acá
No se encuentra lo que todos buscan
Sino otros tesoros que no pocos olvidan
Y aunque preguntes con insistencia
Será tarde cuando lo entiendas

Ciudad que te beso, ciudad que me envuelves
Me muestras amores, amistades, nostalgias
Recuerdos que viven hoy, que perduran mañana
Y entre tanta lástima que siento por vos
De a poco, te empiezo a querer

Lentamente dame tu mano


Soñar es tan pesado esta noche
las imagenes son densas, los sonidos,
obscuros.

Soñar, como yo quiero enseñarte,
es etéreo, es suave como el amanecer
escarchado en los días de invierno.

Como un paseo en el parque
que huele a infinito, que deja la sensación leve
de haber sido acariciado por los dedos del cielo.

En las tierras de Oneiros, las risas
quieren correr y saltar
jugar agarradas de tus labios
igual que gorriones despreocupados.

Y lo único que necesito ver para llevarte
son tus ojos que derraman miel,
que duelen desde el fondo y miran desafiantes
los caminos del destino real.

Entre murmullos y susurros contemplo
lo que nunca digo, lo que no necesita palabras,
porque en este terreno, los gestos son asi,
sencillos.

Y aunque el sueño hoy es borroso
soñar con vos, es soñar como yo quiero,
es volar como me gustaría enseñarte.

Morena
























Morena chiquita,
creatura bella de inocencia diabólica
que sopla vientos helados
en las estepas del corazón.

Recorro con la punta de mis dedos
la imagen de tu espalda,
acaricio con un susurro tus hombros
desnudos de la fealdad
con que se visten los hombres.

Gritan con fuerza los genios del deseo
me arrastran, y con paciencia,
logro dejarme arrastar
para perderme en la geografia de tu cuerpo.

Me puedo fundir en tu ombligo
me puedo atar a tus caderas
subir y bajar por valles y quebradas
con las ganas creciendo en mi
como el ermitaño que abandona el mundo
y se abandona solo a la naturaleza.

Tu vitalidad, es mi voluntad...